Como siempre, más que un día de celebración, es importante que sea un día de reflexión. Yo quiero invitar a todos los papás del mundo que empleen días como este no sólo para celebrar y dejarse invitar y regalar, sino para reflexionar sobre su rol, sobre su papel en la vida de cada uno de los hijos a los que le ha dado la oportunidad de nacer a través suyo. Por eso, quiero que juntos reflexionemos en lo que significa ser un buen padre, que no dista mucho de lo que significa ser una buena madre.
Aquí 13 tips para ver crecer hijos felices y realizados en si mismos, más que en “bien educados”
- No le impongas nada a tu hijo
- Dale tu amor, dale tu comprensión, y siempre déjale bien claro que la elección es suya. Es muy importante que desde pequeño adquiera el poder de elegir y no de obedecer.
- Si quiere seguir tu consejo, que lo siga, pero es su elección. Si no quiere seguir tu consejo, también es libre de hacerlo; de nuevo, será su elección. Siempre hazle una retroalimentación después de que haya elegido, para que pueda comprender los beneficios o no, de todo cuanto haya elegido.
- Déjale todo muy claro. No importa cuánto tengas que demorarte en explicarle lo que quieres que comprenda. Asegúrate de que lo haya comprendido. Utiliza su lenguaje, metáforas, ejemplos, hasta que le quede completamente claro. Lo amas, así que dale tu experiencia pero no se la impongas, no lo mandes. Deja que comprenda. Deja que la comprensión sea la única regla, y déjale seguir su comprensión.
- No amoldes al niño a los determinados patrones que quieres que acoja; no lo utilices para satisfacer tus propias ambiciones.
- El principal rol de un papá, es ser un ayudante. Ayúdale a hacerse más fuerte, más alerta, para que así tenga el suficiente discernimiento para encontrar su propio camino en la vida. Ayudarle a hacerse cada vez más independiente.
- Un buen padre jamás mutila a su hijo, no obligues al niño a depender de ti.
- Confía en que tú eres su ejemplo; si quieres que él sea un buen niño, se buen padre. No se trata de esclavizarlo a tus mandatos, de esta forma, nunca tendrá que reaccionar.
- Los hijos tienden a comportarse con los padres, como los padres se han comportado como hijos. Así es que siembra lo que quieres cosechar.
- Crea una atmósfera familiar de intimidad, de amor, de gracia.
- Enséñale desde pequeño a Ser más que a hacer. Muéstrale la importancia de meditar, de conectarse con su entorno, de responder desde el Amor a todo cuanto experimente, sea lo que sea. Esto te asegura que criarás un hijo espiritual, Amoroso, auténtico, autónomo, claro, decidido.
- Invítalo a soñar. Enséñale que no existen los imposibles, así tu hayas aprendido lo contrario. Solo si le muestras el camino ilimitado, harás que tu hijo desarrolle todo su potencial y no tenga luego que transformar el miedo en Amor, porque simplemente, nunca estará en su experiencia, la sensación del miedo.
- Inclúyelo, hazlo sentirse valorado y perteneciente. Permítele compartir con muchos tipos de personas y enséñale qué tan grande es el Universo y hazlo sentir que es el Universo mismo, como lo somos todos, sin distinciones de razas ni de credos, ni de estratos.
Y lo más importante: Recuerda que tus hijos no han nacido para satisfacer tus gustos y disgustos. Nacieron para vivir su vida, y te eligieron a ti, como esa semilla perfecta, para poder cumplir con su propio propósito, no con el tuyo.