Todos los niños, sin excepción, son únicos y espectaculares. Lo más maravilloso que poseen es que son auténticos, porque su cabecita, aún no está contaminada todavía por los pensamientos impuestos que buscan propósito, significado y metas. Para los niños todo es un juego y no se preocupan por lo que pueda traer el día siguiente. Ellos viven en el Presente y pre-ocuparse, es ocuparse previamente. Ellos viven con autenticidad lo que va sucediendo y son libres de expresar sus sentimientos tal y como los van experimentando en el minuto a minuto.
Ese es el mundo de un niño. Se mueve sin propósito en medio de su juego. El juego de por sí es suficiente
Un día de celebración como éste, nos invita a reflexionar, no tanto para celebrarle a cada niño su existencia, pues cada día, debe ser de celebración para todo lo que existe. Sin embargo es indiscutible que a veces se nos pasa la vida sin celebrar cada aspecto o persona que conforma nuestra vida y, estos días, sirven para hacer un alto y honrar a todo aquello que nos rodea. Por lo tanto, hagamos ese alto y reflexionemos en nuestro propio niño interior.
Si hoy celebras con tu hijos, con tus estudiantes o con cualquier niño, vuélvete tu un niño. No celebres desde el adulto que eres. Aprovecha este día para volver a ser niño y descubre que es la única manera de logrado todo. Si no logras volver a ser niño, te habrás perdido todo.
“El sabio es un niño nacido dos veces. Los niños nacidos una vez no son niños de verdad porque crecen. El segundo nacimiento es el verdadero nacimiento, porque cuando alguien nace dos veces, es porque se ha dado nacimiento a sí mismo. Es una transformación a través de la cual ha vuelto a ser niño.” Osho
Un niño, simplemente vive y fluye con el momento, independientemente de lo que éste traiga; no tiene planes ni proyecciones. Vive sin esperar nada, lo acepta todo, no discrimina. Pasa de momento en momento, sin cargar ni reprochar el anterior. Pasa del llanto a la risa fácilmente, porque vive el absoluto Presente.
Hoy, y ojalá este hoy se prolongue en repetidos e interminables hoy, no contamines a tus niños con tus neurosis no resueltas, no les adjudiques tus propios deseos, permíteles crear y expandir su propia ideología, no los sintonices en tus miedos y creencias limitantes. Permítele ser libre y feliz y que desarrolle su propia personalidad. No pretendas que tu hijo, sea una extensión de ti mismo. Por favor comprende que tiene una vida independiente y un propósito único. Solo te eligió como padre, madre o acompañante, no para que planifiques su vida, sino para que lo acompañes a vivirla.
Ser niño, es vivir en el paraíso. Hemos creído que fuimos expulsados del paraíso, sin embargo yo puedo asegurarte que si vuelves a hacer contacto con tu niño interior, si retornas a tu inocencia, a no permitirte nunca más dejarte contaminar por los conocimientos y las creencias adquiridas o impuestas y que si te conectas desde el Amor con todos los niños que te rodean, para hacerte de nuevo consciente de todo lo que te rodea sin juzgarlo, solo activando tu asombro y tu capacidad de relacionarte con todo lo que Es, desde el milagro que lo contiene, el paraíso vuelve a estar ahí para ti. Haber “comido de la manzana”, no es otra cosa que haber adoptado el arquetipo del adulto, volvernos serios y cargarnos de culpa y tergiversar el verdadero sentido de responsabilidad.
Celebra este día y todos lo demás, bailando, gritando, saltando, mojándote bajo la lluvia sin temor a enfermarte, corriendo, jugando, y disfrutando de volver a construir alegría en cada segundo de tu vida. Hazlo con algún niño. Si no tienes hijos, sobrinos o nietos, encuentra algún niño en la calle e invítalo a divertirse contigo. Permíteles hoy a tus hijos o estudiantes, que jueguen en lugar de que te obedezcan. Vive este día en libertad y permítele a los niños que te rodean que dejen de vivir bajo los ideales de otras personas para que puedan expresar sus deseos más íntimos y desarrollar su propósito y no el que los padres quieren para ellos. Y lo más importante: haz que “el día del niño”, sea todos los días en la vida de ellos y en la tuya.
13 TIPS PARA AYUDAR A CRIAR A UN NIÑO
1. Enséñale a ser autosuficiente, para que aprenda a vivir en comunidad, pero sin depender de nadie.
2. No influyas en el niño. Dale la oportunidad de ser él mismo.
3. No interfieras en sus sueños. Déjalo construir lo que para ti pueden ser castillos en el aire y para él puede ser su realidad con toda su capacidad creativa.
4. Permite que experimente sus preguntas, para que encuentre sus propias respuestas. No le des respuestas que correspondan a viejos patrones que lo encasillen en limitantes.
5. Déjalo experimentar, preguntarse, encontrar… y acompáñalo en su feed back.
6. No interfieras. Arriésgate a dejar que el niño se adentre en lo desconocido, en lo inexplorado.
7. Invítalo a probar a arriesgarse.
8. Comparte con él tu propia vida. Solo a manera de anécdota, cuéntale de tus limitantes por tus creencias, e invítalo a que sea totalmente libre, libre de ti.
9. Invítalo a aprender de sus propias experiencias, en lugar de castigarlo por ellas.
10. Invítalo a comprender que no existen los errores, solo que asuma la responsabilidad de los resultados que obtiene de ellos.
11. Invítalo a construir su personalidad desde el Amor y a ser valiente para sostenerla a pesar de lo que vean a su alrededor.
12. Invítalo a convivir, a compartir, a relacionarse con muchas personas, sin discriminar.
13. Permítele elegir.